A 50 años

del primer alunizaje tripulado

Fecha: 01 de Septiembre de 2019

"Man walks on the moon (The Miami Herald)2, “Men walk on moon (The new york times)", “The Eagle Has Landed - Two Men Walk on the Moon (The Washington Post)", "Man on the Moon (Daily Mirror)", "Deux Hommes ont foulé le sol de la Lune (Le Monde)", "First Men walk on Moon (The Japan Times)", "La Luna fue conquistada (El Universal)""

Son solo algunos titulares del 21 de Julio de 1969, de los diarios más importantes en diferentes países: Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra, Francia, Japón, México. Hace ya 50 años que se realizó el primer alunizaje tripulado, ese 20 de Julio de 1969 en que el hombre pisó la Luna por primera vez. Estudios y esfuerzos previos, fueron muchos. La historia cuenta a detalle como fue el proceso, desde aquel discurso del presidente John F. Kennedy el 12 de septiembre de 1962, “We choose to go to the moon. We choose to go to the moon in this decade and do the other things, not because they are easy, but because they are hard, because that goal will serve to organize and measure the best of our energies and skills, because that challenge is one that we are willing to accept, one we are unwilling to postpone, and one which we intend to win, and the others, too” [1]. Y más que interpretar esta oración como una oda entonada para enaltecer a un país en particular, puede ser reinterpretada como un mensaje a la capacidad de la humanidad de ponerse de acuerdo para lograr objetivos por demás retadores, que dejan a su paso un conocimiento científico y un desarrollo tecnológico que, con aciertos y errores, indefectiblemente permean en mejorar la calidad de vida de la raza humana.

Esté artículo, más que describir algún evento específico que sobre la carrera espacial se haya registrado, pretende narrar algunos datos o anécdotas curiosas detrás de la conquista de la Luna, ese evento que comenzó el 16 de julio de 1969 cuando despegó de Cabo Cañaveral, Florida, la misión Apolo 11, registrándose el 20 de julio la primera caminata del hombre sobre la superficie lunar.

Un primer hecho anecdótico es en cuanto a la motivación del discurso de Kennedy del 12 de septiembre de 1962. Es a consecuencia de la notable desventaja que Estados Unidos presentaba ante los avances de la entonces Unión Soviética en la carrera espacial. Para esta fecha, ya los rusos habían puesto en órbita el primer satélite artificial, al primer ser vivo (la canina Laika) y al primer hombre en el espacio: Yuri Gagarin.

En cuanto al desarrollo tecnológico realizado por los estadounidenses para alcanzar esta meta, es interesante saber que el científico alemán Wernher von Braun desarrolló el lanzador Saturn, indispensable para el despegue del módulo lunar. Lo curioso del asunto es que Von Braun estuvo ligado con Adolfo Hitler, en cuya dictadura desarrolló el cohete V2, que empujaría a hacer realidad los sueños del conquistador nazi sobre ganar la Segunda Guerra Mundial. En 1945, tras la derrota alemana en la guerra, Von Braun prometió a Estados Unidos la llegada a la Luna. ¿Por qué este cambio en su filosofía? Basta leer algunas frases emitidas por el propio Von Braun: “Mi país ha perdido dos guerras mundiales, y esta vez quiero estar del lado de los ganadores. La ciencia en sí misma no tiene una dimensión moral” [2].

Otra anécdota interesante se refiere a que, contrario a lo que pueda pensar la mayoría, la primera bandera en ser colocada en la superficie lunar no fue la de las barras y estrellas de Estados Unidos. Resulta que el físico suizo Johannes Geiss, tuvo la idea de medir ciertos elementos químicos del viento solar. Para dicha tarea, se diseñó un pliego de aluminio y platino ultra puro, una “bandera” de 30 centímetros de ancho y un metro con cuarenta centímetros de largo, capaz de contaminarse con elementos que se pensaban presentes en el viento solar: deuterio, helio, neón, argón y fierro principalmente. Esta delgada hoja debía ser cuidadosamente expuesta a las condiciones presentes en la superficie lunar, y debido a la posibilidad real de que el tiempo estimado de la misión fuera menor al originalmente planeado, los astronautas tuvieron que colocar primero el instrumento suizo y después la bandera norteamericana.

Con respecto a la composición de la superficie lunar, en cuanto a rocas y polvo, también se han generado ciertas peculiaridades. Por ejemplo, el polvo sobre la superficie de la Luna que es definido como regolito, se sabe que está compuesto principalmente por dióxido de silicio que es producto de los impactos de meteoritos que golpean la superficie lunar y la quiebran en pedazos minúsculos. Lo curioso de este asunto es que, a lo largo de las diferentes misiones tripuladas a la Luna, los astronautas han descrito cierto hedor que emana de este polvo: “huele como a pólvora quemada”, “como a carbón quemado o similar a las cenizas de una chimenea …”, “huele como si alguien hubiera disparado una carabina aquí dentro (del módulo espacial)”. Y sí, el olor se percibía cuando los astronautas regresaban a la cápsula espacial y se retiraban el casco de sus cabezas. Pero el olor a pólvora quemada no quiere decir que el polvo lunar sea explosivo. Sin embargo, en cuanto al olor, hay algunas hipótesis que intentan explicarlo. Donald Pettit, ingeniero químico y astronauta de la estación espacial internacional (EEI), define este fenómeno como “efecto de la lluvia del desierto”. Esto es, un desierto en la Tierra, no huele a nada hasta que llueve, ya que el agua que se evapora en el suelo del desierto lleva hasta la nariz las moléculas que han estado atrapadas en el suelo durante meses. En este sentido, la Luna es un desierto de 4 mil millones de años, extremadamente seco. Cuando el polvo lunar entra en contacto con el aire húmedo en un módulo lunar, se generan todos estos olores que también son producto de la combinación de iones desprendidos del Sol que llegan hasta el satélite. Si bien estas explicaciones no han sido contundentemente demostradas, es porque no se ha podido analizar este polvo en la propia Luna (para evitar la contaminación en tierra debido a la atmósfera y demás factores naturales), ya que la última misión tripulada fue el Apolo XVII en 1972.

También es importante resaltar el papel que la mujer tuvo en la conquista del satélite natural de la Tierra, la cual ha sido una labor poco difundida pero indispensable en la conquista de este objetivo. De los 560 astronautas que han viajado al espacio, 64 han sido mujeres. En la misión del Apollo XI así como en el desarrollo de la carrera espacial, la computación ha sido la piedra angular donde las mujeres han dejado una huella indeleble. Inicialmente, un grupo lidereado por Macy Roberts realizó todos los cálculos que los laboratorios y sistemas necesitaban para su correcto funcionamiento, principalmente en cuanto a los artefactos no tripulados [3]. Susan Finley fue una investigadora vital para el desarrollo de la llamada “red del espacio profundo” que fue el sistema de comunicaciones con el cual Neil Armstrong pudo comunicarse casi inmediatamente con la Tierra. Otra participación notable fue a cargo de Margaret Heafield Hamilton, quien estuvo al frente del equipo que escribió el programa de vuelo para llevar a Armstrong, Aldrin y Collins a un alunizaje exitoso, en aquella misión del Apollo XI. El papel que han venido desarrollando las mujeres desde entonces, ha ido incrementándose notablemente con notable éxito en todas las labores que han llevado a cabo. Actualmente la misión Artemisa de la NASA tiene como objetivo llevar a la primera mujer y al siguiente hombre a pisar la superficie lunar [4].

Por supuesto que la óptica como disciplina ha sido un actor primordial durante toda esta etapa de carrera espacial, desde sus inicios en la década de los 40’s del siglo anterior, hasta nuestros días. Solo como un breve acercamiento, en este párrafo me referiré a la tecnología utilizada para la toma de las imágenes desde el espacio efectuada por las misiones Apollo. Una de las principales compañías participes de este hecho, fue la alemana Zeiss, la cual tuvo a su cargo el desarrollo de sistemas fotográficos específicamente diseñados para trabajar en las condiciones extremas del espacio. La primera lente utilizada para documentar imágenes de nuestro planeta desde el espacio, fue una cámara Hasselblad 500 con una lente Zeiss Planar 2.8/80; posteriormente una cámara Zeiss Ikon Contarex ensamblada a un sistema de propulsión, permitió que los astronautas pudiesen maniobrarla en condiciones de gravedad cero. Para el momento en que el alunizaje fuera una realidad, Zeiss diseñó una lente especial gran angular, la Biogon 5.6/60 acoplada a una con una cámara Hasselblad eléctrica. El objetivo era capturar la superficie lunar de extremo a extremo con gran contraste y máxima definición. Esta cámara tenía adaptada una placa de Réseau, la cual es una lámina transparente de vidrio o plástico grabado con unas marcas reticuladas llamadas fiduciales. El objetivo de esta placa era la corrección de las imágenes registradas debido a las distorsiones propias de la película. La rejilla contenía un reticulado de 5 x 5 marcas. Las intersecciones de las cruces estaban separadas 10mm, con una tolerancia de 0.002mm. Cada uno de los cuatro brazos de la marca tipo cruz, media 1mm de largo y 0.02mm de ancho. De esta forma, era posible determinar las distancias angulares entre los objetos registrados en el campo capturado [5]. Para 1972, dentro de la misión Apollo XVI, el objetivo primario fue fotografiar la Tierra y la Luna utilizando luz ultravioleta y compararlas con respecto a las tomadas con luz natural. Para esto se utilizaron lentes especialmente diseñadas, la lente Zeiss UV Sonnar 4.3/105, donde se utilizaron cuatro filtros para separar la luz UV en las diferentes longitudes de onda. Durante la última misión a la Luna, el Apollo XVII, se tomaron fotografías panorámicas del paisaje surrealista de la Luna. Una cámara fue dejada sobre la superficie lunar, apuntando al cenit, con la esperanza de que cuando un astronauta regresara al punto del alunizaje, se pudiesen realizar análisis sobre el impacto de la radiación solar cósmica sobre la lente de esa cámara pionera en fotografía espacial [6].

Finalmente, es importante comentar que en total se realizaron 17 misiones Apollo, incluyendo la mítica Apollo XI. Cada una de estas misiones tuvo sus propias anécdotas, problemas, frustraciones y avances exitosos, tanto en el desarrollo tecnológico como en la experiencia humana adquirida en este proyecto. En la última misión oficial y tripulada, se recolectaron 243 libras de material y junto con muestras recolectadas en misiones previas, han revelado más información sobre la superficie lunar. A partir de estas muestras, como por ejemplo, el vidrio natural encontrado en la superficie lunar, formado cuando los meteoritos golpearon la Luna, hace más hace más de 4 miles de millones de años y preservados gracias a la ausencia de agua y atmósfera sobre la Luna, proporcionando información sobre los primeros días del sistema solar. El material recolectado, también ha servido para confirmar que el origen de la Luna es debido a los escombros emanados de la Tierra al ser colisionada por un objeto del tamaño de Marte sobre ella, hace 4.5 mil millones de años. Anualmente se analizan alrededor de 525 muestras lunares, y se descubren o confirman teorías sobre la composición lunar. Académicamente, más de 2500 trabajos científicos han sido publicados; e incontables desarrollos computacionales, tecnológicos, de monitoreo médico, de comunicaciones y fabricación de nuevos materiales [7].

Pero, aún falta mucho por comprender y esta es solo una de las razones por las cuales se pretende regresar a nuestro satélite natural hacia el año 2024, cuyo objetivo es alunizar en el polo sur lunar. Todo esto, será posible con una activa cooperación comercial e internacional, y ayudará a probar nuevas tecnologías necesarias para llevar a los humanos a Marte y más allá.

Referencias
[1] https://www.nasa.gov/specials/apollo50th/before.html
[2] https://www.excelsior.com.mx/global/el-alunizaje-deeu-tiene-sello-nazi-20-de-julio-de-1969/1324397
[3] Nathalia Holt, “Las mujeres de la NASA”, Paidós.
[4] https://www.nasa.gov/
[5] https://www.hq.nasa.gov/alsj/alsj-reseau.html
[6] https://www.zeiss.com/corporate/int/about-zeiss/history/50-years-moon-landing.html
[7] https://www.nasa.gov/specials/apollo50th/learn.html